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viernes, 19 de febrero de 2010

La sombra de Alejandro Frédéric Neuwald

Después de leer ALÉXANDROS I, II y III decidí que quería ver algo de cine relacionado con Alejandro Magno así que fui a la biblioteca a sacar la película Alejandro de Oliver Stone. Nada más entrar vi un libro en un pasillo que llamó mi atención por la portada y por el nombre que se podía ver a simple vista en ella: efectivamente, Alejandro de nuevo.

Lo cogí, leí la sinopsis y lo dejé donde estaba. Di una vuelta por la biblioteca hasta que encontré la película y volví a bajar a la planta en la que estaba el libro. Justo cuando pasaba por su lado me di cuenta de que no tenía nada para leer en el metro camino de casa así que estiré la mano, lo cogí y lo saqué junto con la película. Tiene la letra bastante grande, se lee con cierta facilidad y gracias a los dos personajes principales, resulta una lectura amena. A mí me ha entretenido, me ha intrigado y me ha ayudado a seguir formando una imagen de Alejandro en mi cabeza, a pesar de que casi no se habla de él en todo el libro.

Después de la muerte de su hermano Etti, lo último que le falta a Morgan Lafet es cargar con un adolescente en prácticas cuando tiene que ir a inventariar todas las antigüedades que el profesor Bertrand ha dejado como legado al museo del Louvre después de su muerte. Sin embargo no le va a resultar fácil deshacerse de él. Esta pareja, formada por Morgan Lafet y Hans Peter, de treinta y tantos y veinte años respectivamente, es la pareja protagonista del libro. No comienzan la relación con muy buen pie que se diga, pero poco a poco empiezan a comprenderse mutuamente creando un vínculo fuerte entre los dos. Después de meterse en varios líos por tratar de encontrar la tumba de Alejandro Magno y darse cuenta de que cada vez están más involucrados en una serie de asesinatos y misterios sin resolver, saben que sólo pueden confiar el uno en el otro. El tono de humor, bastante irónico unas veces y muy directo otras, hacen que esta pareja caiga simpática desde el primer momento. Su aventura les lleva desde París a Alejandría, Esparta, Atenas y un largo etcétera siempre bajo la protección y en algunos casos a través del "chantaje" de un misterioso personaje llamado Helios. Éste irá previniéndoles de los peligros que les acechan en cada lugar y en cada momento. Sin embargo, a pesar de que en determinado momento utilice un sutil chantaje para conseguir lo que quiere, no hay duda de que el tal Helios es uno de los "buenos" por así decir. Y con esto no quiero decir que sea una hermanita de la caridad, no. Simplemente que no va en contra de los protagonistas como otros personajes que, por supuesto, yo considero los malos.

Para mí ha sido una grata sorpresa encontrar este libro justo en el momento que lo encontré. No podía haber encontrado uno mejor para después de Manfredi.

Mi mano voló hacia su rostro en una fracción de segundo, y luego el tiempo pareció detenerse. Tendido en el parquet, derribado como un bolo, Hans no se atrevía a esbozar un gesto o a emitir una queja.

Ante aquel cuerpo encogido, frente a aquellos ojos azules que me taladraban, velados de lágrimas involuntarias, me di cuenta de que sin duda era la primera vez que alguien le levantaba la mano.

Habría querido que me insultara, que me devolviera el bofetón, pero no hizo un solo gesto, no dijo una palabra, y yo me senté en el sillón de Bertrand, dándole la espalda. No podía mirarle a la cara. Yo, un bruto de noventa y ocho kilos, acababa de golpear a un niño. Había pegado a un crío porque este, al igual que todos los chiquillos que carecen de las condiciones físicas necesarias para hacer frente a la violencia, había tratado de hurgar en la herida que a su modo de ver dolería más.

Tendría que haberme disculpado, tratar de explicarme, pero lo único que pude decir fue:

-Ve a esperarme en el coche

Obedeció sin siquiera una protesta o un suspiro de enojo. Yo le daba miedo, y eso era terriblemente desestabilizador para él.

En relación a la película de Alejandro, sólo decir que debí haber hecho caso de los comentarios que la tildaban de malísima. Anjolina Jolie sale impresionante de guapa al principio de la película (y dice esto alguien para quien no es santo de su devoción esta actriz). Eso es lo que más puedo destacar de la película. Menos mal que me pude desquitar viendo al día siguiente, en la pantalla plana y con el sonido envolvente a todo trapo, 300. Eso sí que es una película de guerra.

6 comentarios:

Carlos dijo...

Te vas a hacer una experta en Alejandro Magno :D

Narayani dijo...

Qué va! Todavía me queda... De todos modos dejaré estar este tema un poco de tiempo para no saturarme. Ya me pasó con los templarios y ahora no quiero leer nada más de ellos. No quiero que me pase lo mismo con Alejandro :-)

Eva dijo...

Bueno, pues para ser una elección de último momento no te has equivocado ¿no?

Narayani dijo...

No, la verdad es que no. Y eso que pocas veces me sale bien este tipo de decisiones...

Krausen dijo...

wenass!!, hasta ahorita me encuentro un blog k hable sobre este excelente libro, de verdad me gusta tu blog esta muy interesante,me he leído el libro como 5 veces y ya voy por la sexta xD, no puedo dejar de leer las discusiones de hans con morgan, sin dejar de lado a hyacinthe :P, muy bueno de veras, lo recomiendo a todos..!!!

Narayani dijo...

Bienvenido Krausen! Me alegro de que te guste mi blog :-)
La verdad es que para mí lo mejor del libro fueron los diálogos de Hans y Morgan. Me parecen muy buenos.
Un saludo y bienvenido de nuevo!!